domingo, 1 de julio de 2007
Detectives
Cierto empresario tenía dudas sobre el comportamiento de su más fiel colaborador. Cada mañana, desaparecía de su despacho sin avisar y regresaba casi siempre a la misma hora, sin motivo aparente y sin dar explicación.
El empresario, ante la duda y por respeto a la firme amistad personal que le unía a su empleado, optó por no preguntarle y, en cambio, contrató los servicios de un detective para que le siguiera.
Al cabo de unas semanas, el detective se presentó con la información obtenida.
-Es muy simple. le dice. Su empleado, sale del despacho, se va a su casa, se acuesta con su mujer, y luego regresa a su trabajo.
El empresario respira y dice:
- Menos mal, yo creía que estaba en contacto con la competencia y le pasaba información. No es tan grave como parecía, observó.
Sin embargo el detective le preguntó:
- ¿Le importaría que le tutee?
El empresario contestó que no, al contrario, lo tomaría como señal de confianza. Entonces el detective le explicó:
- Mira, te lo cuento de nuevo: 'tu' empleado, sale del despacho, se va a 'tu' casa, se acuesta con 'tu' mujer y luego regresa a su trabajo...
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Acabo de conocer tu blog, està muy bueno, tiene buena onda.... ahora leo un poco más.
ResponderEliminarSaludos.