jueves, 8 de mayo de 2008
El loro
Un tal Ricardo recibió un loro por su cumpleaños, ya era un loro
adulto, con una muy mala actitud y vocabulario.
Cada palabra que decía estaba adornada por alguna palabrota, así
como siempre, de muy mal genio.
Ricardo trató, desde el primer día, de corregir la actitud del
loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le
ponía música suave y siempre lo trataba con mucho cariño.
llegó un día en que Ricardo perdió la paciencia y gritó al loro, el
cual se puso más grosero aún, hasta que en un momento
de desesperación, Ricardo puso al loro en el congelador. Por un par de
minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que
causaba en el compartimiento, hasta que de
pronto, todo fue silencio.
Después de un rato, Ricardo arrepentido y temeroso de haber matado
al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió
y con mucha calma dio un paso al hombro de Ricardo y dijo:
-Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pidoque me disculpes y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
Ricardo estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud
del loro y estaba a punto de preguntarle qué es lo que lo había
hecho cambiar de esa
manera, cuando el loro continuó:
- ¿Te puedo preguntar una cosa.
- Sí... ¡cómo no!-, contestó Ricardo.
- ¿Qué fue lo que hizo el pollo?
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